La Sanidad Pública de Castilla y León tiene una herida sangrante por Tomás Martínez de Cabo
Por: Tomás Martínez (Secretario Provincial de Sanidad del PSOE Valladolid)Preocupante, al menos, resulta la situación que en estos momentos atraviesa la sanidad pública en Castilla y León y en especial en Valladolid. Un día tras otro tenemos en los medios de comunicación noticias desagradables del saqueo de los recursos de la sanidad pública en beneficio de la media docena de familias que controlan la sanidad privada y algunas de ellas con relación directa en la gestión de la sanidad pública. Las modificaciones en la ley de incompatibilidades del personal sanitario tenían como objetivo el beneficio de estas empresas privadas. El responsable de la sanidad en Castilla y León lo tenía claro, modificando dicha ley y encareciendo el coste de la prestación del servicio por paciente le proporcionaba la justificación necesaria para llevar a cabo la privatización (las derivaciones) de los recursos sanitarios públicos. No sólo se llevan la caja sino el edificio con la caja, todo completo, como en el caso de Burgos.
Es “vox populi” en el mundo sanitario, que un intermediario en la venta de una empresa sanitaria ha percibido casi mil millones de las antiguas pesetas por sus servicios.
Y menos mal a las luchas internas del partido popular y de los grupos económicos de presión en el sector que han empezado con sus maniobras para controlarlo, desmembrando la sanidad pública, que sino el Gobierno del Sr. Herrera ni se entera. Para que luego diga desde Andalucía que no hay crisis en la sanidad en Castilla y León. Quizás espere a tenerla cuando ya no tenga sanidad pública. Consideramos que todo esto, como manifestábamos anteriormente, es fruto de las distintas luchas y tensiones internas que atraviesa el PP, en sus distintos órganos de gestión y dirección, tal como ha quedado demostrado por los recientes acontecimientos. Esta tensión también se aprecia en la toma de posiciones de salida para la próxima carrera electoral, mostrándose en su forma más cruel de lucha por el poder interno del PP, con distintas acusaciones entre sus miembros. Los ciudadanos entendemos que la sanidad pública esta herida y es necesario un buen médico que la trate con medios técnicos y humanos adecuados para salir de esta grave enfermedad.
Es el momento de un cambio político en la gestión sanitaria pública y es urgente ya que la falta de dirección, orientación y control dentro de los órganos de dirección de la Consejería de Sanidad esta propiciando que determinados responsables como el Sr. Antona, sean invitados a dimitir o más bien cesados por la dirección del PP por su involucración en los recientes escándalos de gestión sanitaria.
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